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Diarrea crónica inespecífica

Fecha de publicación: 30/01/2020

Autoría
Victoria Díaz Marugán (CS Pintores, Madrid)

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¿Qué es?  

La diarrea crónica inespecífica (también llamada diarrea funcional) es la diarrea crónica más frecuente en la infancia. Es un trastorno digestivo en el que se produce un cambio en el ritmo intestinal del niño, que cursa con la realización de 3 o más deposiciones al día blandas durante más de 1 mes y que comienza en la época de lactante o en la edad preescolar. Es una entidad benigna que tiende a desaparecer espontáneamente entre los 2 y 4 años de edad y que no suele afectar al crecimiento del niño.  

¿Qué síntomas produce? 

La diarrea suele comenzar entre los 6 meses y los 3 años de edad, en ocasiones después de una gastroenteritis aguda o de una infección tratada con antibióticos. En su evolución, se alternan periodos de deposiciones normales, incluso de estreñimiento, con periodos diarreicos que pueden durar más de un mes. Se suelen presentar restos de alimentos en las deposiciones y en muchas ocasiones empeora a lo largo del día, pasando de heces prácticamente normales por la mañana a deposiciones blandas o líquidas con moco y restos de alimentos por la tarde. No hay deposiciones nocturnas. Cuando existe sangre en las deposiciones, suele estar en relación con fisuras o erosiones en la piel perianal. Si la ingesta es adecuada, no hay riesgo de malnutrición ni deshidratación. 

¿Por qué se produce? 

Hay varias teorías. Se cree que pueden contribuir a su aparición una dieta pobre en grasas, alteraciones en la motilidad intestinal o la ingesta abundante de zumos de frutas, entre otros.  

¿Cómo se diagnostica? 

El diagnóstico se realiza por la historia clínica, no precisa la realización de pruebas específicas. Es frecuente que se soliciten estudios para descartar otras patologías (análisis de sangre y de heces por lo general), siendo normales. 

¿Cómo se trata? 

La evolución normal es hacia la curación espontánea. Es muy importante que el niño tome una dieta normal pues, como se ha dicho anteriormente, una dieta pobre en grasa puede empeorar el cuadro.  

Signos de alarma

Debe consultar a su médico si su hijo presenta pérdida de peso significativa, inadecuada ganancia de peso o talla, pérdida marcada del apetito, vómitos de repetición, síntomas de alergia a algún alimento, deposiciones nocturnas o sangrado abundante en las deposiciones.